Ir al contenido principal

¿Quién tiene la culpa?

 ¿Quién tiene la culpa?


“No existen los culpables. Pues, parto del hecho de que las personas a nuestro alrededor, están allí porque sus planes de vida tocan puntos del nuestro y el nuestro, toca los suyos”.

Mirtha Atacho, Libro 30 Días para Recordar; año 2022, pág. 37


¿Cada cuánto te sientes atacado y amenazado por otros?

Hay situaciones en las que, sin querer, nos sentimos atacados y amenazados por otras personas; existen otras en las que sentimos que hemos hecho algo para dañar a otros; creemos que nos quieren hacer daño o que lo hemos hecho; sin embargo, ¿realmente nos han hecho daño? o somos nosotros quiénes guardamos dentro nuestro algo que nos impulsa a reaccionar o sentirnos de esa manera. ¿Hacemos daño o estamos en un proceso de enseñanza-aprendizaje?


Es culpa de… ¿Cuántas veces al día lo piensas o lo dices? Has notado que nunca te haces responsable de lo que te sucede porque la verdad, es más fácil echarle la culpa a otros por hacerte daño. ¿Crees que no puedes evitar sentirte atacado o dañado por otros? Lee de nuevo la pregunta


A veces, hacemos o decimos algo y luego, nos ataca una sensación de “lo hiciste mal”, “le has hecho daño”, “lo estás haciendo sufrir” “Kimi no Sei”, o “es tu culpa”; y se genera un bucle sin fin de pensamientos que nos atacan y nos señalan de “malo”, “egoísta”, “amargado”, “TÓXICO” -no se puede olvidar la palabra de moda-, comenzamos entonces a sentirnos ansiosos, frustrados y decepcionados de nosotros mismos, “pude haberlo dicho y hecho de otra manera”, “por qué actúo así”, “soy tan amargado, ando por el mundo haciendo sufrir a otros”… nuevamente, ¿de verdad andas por el mundo haciendo daño? o te haces daño a ti mismo cuando andas por el mundo.


El hecho de sentir que alguien te hizo daño o que te han atacado o, que haces daño yace muy dentro de ti; pero señalar afuera es más cómodo y menos decepcionante que, buscar adentro de ti la posibilidad de dejar de sentirte así para siempre. ¡Así es! las respuestas están allí, en el lugar en él que más temor te da observar, el único que está a tu disposición en todo momento, el más cercano a ti y, donde sólo tú puedes estar. Lo increíble de culpar a otros es, que tu cerebro te está obligando a buscar un culpable fuera porque reconoce que eres responsable de lo que está sucediendo dentro ¡Así Funciona la culpa! Abro paréntesis, quiero que te des cuenta a profundidad que todo surge desde adentro, ¿alguien te dijo explícitamente “me hiciste daño”?, la sensación que sientes ¿te han obligado a sentirla?, lo que piensas de ti ¿de quién lo estás escuchando?, ¿Quién te lo dice? ¡Think about it!


Fuera de esa gran verdad, encontramos la magia del Universo haciendo de las suyas para nuestro bienestar; pues, está utilizando esas situaciones de sufrimiento y descontento, para quitar lo que hay en ti, que debe ser sanado o modificado. Como buen alfarero el Universo te está puliendo. Recuerda: “En éste plano terrestre, aprendemos a través del sufrimiento y el dolor lo que hay que sanar; pero no tiene que ser así eternamente; por eso, observa, fluye y aprende”. La culpa es una de esas anclas que te mantiene atado al sufrimiento, suéltala, porque la culpa ¡NO EXISTE!


¿Qué es la culpa?

Sabes lo agotador que es sentirse culpable; entonces, ¿por qué lo haces?

“Sensación de arrepentimiento que se refleja hacía el exterior”, eso es la culpa para está humilde servidora. Siendo una sensación, es interna; pero, la reflejamos al exterior buscando sacarla de nosotros, hacerla externa a nosotros, que no nos pertenezca; entonces, en todo sentido la culpa es sólo una idea nuestra de la que no queremos responsabilizarnos.


¿Quiere decir que cuando otro me culpa, sólo está tratando de tirar encima de mi, una carga de la que es responsable pero no quiere serlo? ¡Exacto! La culpa no existe simplemente porque es una idea de nuestra mente que nos obliga a desprendernos de la responsabilidad que tenemos sobre nuestras acciones, decisiones y palabras.


El punto aquí es el siguiente: muchas veces al día o nos culpan o nos sentimos culpables; puede ser por varias razones, entre ellas que cargamos con heridas infantiles que así nos hacen sentir; aunque no profundizaremos mucho en ese tema por ahora de vez en cuando vislumbrará algo de él para tener una idea más clara; puede que sea por Ley de la Atracción, nos sentimos culpables y atraemos personas que nos hagan sentir de esa manera; asimismo, sentirse culpable es agotador, frustrante y hay que “echarle la culpa a otro” para aligerar la carga; tratemos de verlo de esa forma, “como es adentro, es afuera”, culpamos porque nos sentimos culpables, nos culpan porque nuestro Niño Herido se sintió culpable de que sus padre se pelearan, se separaran, se faltaran el respeto y se acostumbró a sentirse así, con el tiempo como adultos nos atraemos, nos relacionamos o buscamos inconscientemente a personas que nos hagan sentir de esa forma.


Y usted dirá: ¡Qué locura, si nadie quiere sentirse culpable! Eso es exactamente lo que he estado diciendo, no nos queremos sentir culpables, por eso se la cargamos a otros; no nos queremos sentir culpables, pero alguien tiene que hacerse responsable de cómo nos sentimos porque nosotros no queremos; pero tampoco estoy diciendo que usted sea culpable, digo más bien que debería cambiar de perspectiva, de palabra, de dirección; volvamos sobre nuestro pensamiento y digamos que la culpa es un sentimiento por lo cual es interna, “no hay nadie fuer a de mi que pueda hacerme daño”, en ese caso sólo yo tengo la responsabilidad de lo que me sucede… Cambiemos “Culpa” por “Responsabilidad”; como dice Louise Hay ¡ES SÓLO UNA IDEA, Y UNA IDEA PUEDE CAMBIARSE!, así tenemos mayor control, y a los seres humanos nos gusta tener el control.


Imaginación o Realidad

¿Cuántas veces al día sientes culpa? Lo que te hace sentir culpa ¿es real o es tu imaginación?


Muchas veces no sabemos distinguir entre si lo que sentimos es real o es imaginario; me refiero a que, hay circunstancias en las que nuestra mente nos hace sentir culpable cuando realmente.


Como la culpa no existe para nosotros, luego de convertirnos en responsables; nos queda averiguar por qué nos sentimos cómo nos sentimos e ir soltando los lazos con aquello que nos hace sufrir tanto y peor aun, hacerle daño a otros. Eliminar la posibilidad de que nos estemos imaginando cosas, que nuestra mente le esté echando leña al fuego haciendo que una situación difícil de afrontar sea más grande de lo que realmente es.


¡No puede ser! ¿Ahora quién tiene la culpa?

Obviamente, el ser humano es un ser social así que, en sus circunstancias casi siempre habrá alguien más inmerso. La cuestión es, que no hay culpables solo responsables de una “situación difícil” o “problema” como suelen llamarle; sino que si hay dos personas involucradas, dos son las responsables; si hay tres, son tres los responsables; si hay cuatro, son cuatro y así sucesivamente; todos tienen algo que ver con la solución y todos tienen algo que ver con la generación de esa circunstancia. Pero, tu solo puedes controlar lo que pasa en ti, por lo cual solo puedes actuar sobre eso en lo que eres responsable.


Cerrar Ciclos

Esa sensación de “culpa”, que no es más que miedo a dañar o ser dañado, impide que podamos cerrar ciclos con naturalidad. Cerrar ciclos es ponerle punto y final a algo, eso lo hacemos inconscientemente con ex parejas, ex amigos, trabajos anteriores, animales, plantas y hasta con objetos con los que desarrollamos apego. Lo más sano para cerrar ciclos es “concientizarnos, soltar, perdonar y olvidar”. Lo primero siempre es hacernos consciente de la situación, qué la generó y cómo actuamos o pensamos en ese momento, luego soltar lo que ya ha cumplido su objetivo con nosotros, perdonar lo que haya pasado entre ambos y olvidar para liberar espacio y para que no se repita -si fue algo doloroso.


Cada uno debería hacerse responsable de su parte.

Sin embargo, si estás constantemente culpando a algo o alguien fuera de ti, cómo te vas a hacer tu mismo consciente de que no hay culpables sino responsables, y tu eres uno de ellos.


¿Te gustaría liberarte de la tortura de ser culpable o de buscar culpables? pues, lo primero que debes saber es que, no existe un culpable sino responsables involucrados, y en la medida que cada uno abrace su responsabilidad la vida fluirá de mejor manera; más, no quiere decir esto que todos se van a hacer responsables o de que tu debas mostrarles que tienen responsabilidad; tú trabajo es responsabilizarte por lo que causaste y resarcir en lo posible el daño. Eso es mejor que el pesar que sintió Verónica al hacerse culpable, recuerda que lo que no es resuelto en tu cabeza lo expresa tu cuerpo.


Lo importante es cerrar el ciclo y seguir adelante. Si no cierras ciclo entonces eso que sientes en esa situación en específico, atraerá más situaciones que te hagan sentir igual.


Bucles Atemporales

De lo descrito al final del apartado anterior se desprende lo que viene a continuación. Si hace mucho tiempo te sentiste culpable como por ejemplo cuando eras pequeño, una etapa en la que es poco frecuente que sepas ser responsable; es muy posible que tu vida esté llena de esa misma sensación; no importa hace cuánto asumiste la culpabilidad, cada situación en tu vida podría estar dispuesta para que te sientas así, porque eso para tu mente se ha convertido en tu comodidad, un estado natural; entonces, cuando sientes esa sensación de señalamiento y arrepentimiento, lo tomas como normal, aunque no lo sea.


El arrepentimiento y señalamiento se repite como los puntos que crean de un círculo, indefinidamente; hasta que hagas consciente la idea de que eso no es “lo normal”, que tu esencia es totalmente diferente y puedas cortar el ciclo.


El Lado Positivo del Arrepentimiento

“La conclusión del consultor extranjero fue muy simple: los productores colombianos de cuero no pueden competir en el mercado de Estados Unidos porque su vacas son estúpidas”.

Jaime Lopera y María Bernal, La Culpa es de la Vaca, 2002, Pág. 25.


¿Te imaginas que estuviéramos dispuestos a aceptar nuestra responsabilidad en las situaciones que afrontamos? Dejaríamos de repartir la culpa y tomaríamos avanzaríamos sobre las soluciones con mayor facilidad y rapidez; ese es el lado positivo del arrepentimiento.


Si te sientes arrepentido, puedes tomarte un tiempo para volver sobre la situación, verificar en qué te equivocaste, qué pudiste decir o hacer de otra forma y ocuparte en una solución; al hacer lo contrario que sería ubicar un culpable, tu parloteo mental se centrará en ubicar las cosas en las que se equivocó el otro y entre tanto, tus vibraciones van bajando sucumbiendo a un estado de dolor y sufrimiento. ¡Para! sólo puedes controlar lo que tu haces, puedes sanarte a ti pero no puedes sanar a los demás cada uno debe hacerse responsable.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Sintonízate con lo Positivo

Sintonízate con lo Positivo Aprende a dominar tus partes inferiores "Habéis consentido que vuestros súbditos rebeldes mantengan al rey apartado de su trono; habéis estado permitiendo que el reino mental sufra el desgobierno de facultades irresponsables... Sois capaces de reafirmar vuestro control sobre cualquier emoción, apetito, pasión o pensamiento gracias a la reafirmación de la voluntad". William Walker Atkinson - La Ley de la Atracción Existe un mar mental al que los seres humanos estamos unidos, gracias a la fuerza propia de nuestro pensamiento. Así pues, la intensidad de los pensamientos que llegan a nosotros no solo vienen de otra u otras personas desde diversas direcciones sino que además, tienen que ver con el trayecto de este, con su tonalidad (Positiva o Negativa), y para que podamos sintonizar con ellos, es necesario que, estemos en la misma frecuencia de esos pensamientos. Entonces, nuestros pensamientos son el reflejo de la tonalidad a la que siempre estamos si

Estás Contratado

¡Estás Contratado! Las Heridas de la Infancia (Parte 4) Por Mirtha Atacho | Blog Personal | 23 de julio de 2023 Te has autocontratado... ¡Así es! Hace mucho tiempo estableciste un contrato contigo mismo para no volver a sentir un dolor, cuyo sufrimiento te rebasó. Ese contrato te obliga a reaccionar y accionar de la forma en la que esta establecido que debes hacerlo, no debes cambiar porque estarías incumpliendo con las estipulaciones del mismo, y eso, es lo que, realmente crees que te causará sufrimiento. Inconscientemente sientes que, lo que te causa sufrimiento es llevarle la contraria al contrato que has hecho contigo mismo; por eso, desvincularte de él es tan difícil y doloroso. Hubo un momento en tu infancia, en el que no fuiste capaz de manejar el dolor causado por cierta circunstancia de tu experiencia, ante tanto sufrimiento y con tu mentecita de niño, viste imposible el manejarte en otra oportunidad ante tal situación, ¡SERÏA IMPOSIBLE! volver para pasar por eso, así que, est

La Fuente de la Creación

La Fuente de la Creación  Las Heridas de la Infancia (Parte 3) Por Mirtha Atacho | Blog Personal | 22 de julio de 2023 Pensar es creer. Pensar con frecuencia en algo, es crear. Aquello a lo que le prestas atención se vuelve real. ¿Por qué atraemos a personas con nuestras heridas? Me han preguntado. La respuesta es, porque estamos todo el tiempo pensando, de forma imperceptible e inconsciente en ellas, cómo nos sentimos, lo que no nos gustaría volver a sentir, lo que nos ha costado tanta energía socabar y sepultar en nuestro interior; más, hemos creído que, han desaparecido pero siguen emitiendo frecuencias atrayendo hacía nosotros aquello que nos hará sentir de igual manera, aquello de lo que necesitamos ocultarnos, de esa forma, hasta nos aseguramos a cada momento del ahora, de que la herida, el dolor y el sufrimiento permanecen ocultos y presentes a la vez. ¡Mis afirmaciones parecen no funcionar! No lo hacen cuando nuestra atención sigue en lo externo, lleva tu atención al interior,